El plan de desescalada de Reino Unido, un espejo donde mirar para la esperanza
Estamos viviendo uno de los años más duros de las últimas décadas debido al Covid-19 y todas las consecuencias negativas que trae consigo. Por suerte, las vacunas han llegado y tanto Pfizer, como Moderna y AstraZeneca ya han repartido muchas dosis por todo el mundo, suministrándose poco a poco en la mayor parte de los lugares del planeta.
Con este panorama entre las manos, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha anunciado este lunes 22 de febrero que se va a realizar un plan de desescalada que comenzará en marzo y que terminará, con la libertad total, sobre el 21 de junio, si todo marcha según lo previsto y no hay noticias importantes que obliguen a echarlo atrás.
El plan de desescalada aliviará las restricciones de forma “cautelosa e irreversible”, contando con 4 fases, cada una de las cuáles deberá estar vigente, al menos, 5 semanas. En la primera fase se abrirán los colegios; en la segunda se reabrirá el comercio no esencial, como salones de belleza o gimnasios; la tercera ya gozará de cosas impensables actualmente, como la asistencia de personas a los estadios a partir de mayo; y, por último, en la cuarta fase, se volverá a la libertad con reaperturas de lugares como los clubes nocturnos.
Esto pone de manifiesto que se cree plenamente en la eficacia de las vacunas, pero hay que tener los pies en la tierra e ir poco a poco. Sin duda, una gran noticia también para las compañías aéreas, ya que los viajes se irán poco a poco normalizando, dando muchos más servicios de vuelos y, por lo tanto, generando mucho más dinero.
Lógicamente, esto por ahora es solo el plan de Reino Unido, pero es sensato pensar que otros países europeos, como España, seguirán sus pasos y acabarán, aunque sea de forma más tardía, retomando las actividades propias de antes de la pandemia e incentivando el turismo que tantas alegrías da a la economía.